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[Música] Análisis de discos

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Mensaje por Adamska the Bloodedge Jue 16 Jun - 23:29:48

Pues bueno... recupero un post que en su momento abrí en MA-C y posteriormente heredó Tantalus. Se trata de un hilo en el que cada cual realizará un análisis del disco que le dé la gana, sea nuevo, viejo, bueno o malo. Resultó ser un medio de recomendación interesante y bastante entretenido, con lo cual estaría bien tenerlo por aquí. Yo siempre utilicé un sistema de puntuaciones basado en emoticonos, aunque cada cual puntúa como quiere. Tal que así, de peor a mejor:

[Música] Análisis de discos 3371197889 Horrendo
[Música] Análisis de discos 719643918 Malo
[Música] Análisis de discos 58061518 Correcto
[Música] Análisis de discos 2432158785 Notable
[Música] Análisis de discos 405374159 Excelente
[Música] Análisis de discos 3229054838 Obra Maestra

Yo es que le dedico tiempo a tonterías, lo reconozco xD

Sin más, voy a por mi primer análisis.

Highvision
Supercar

[Música] Análisis de discos Supercar_highvision
Fecha de publicación: 24 de abril de 2002
Género(s): synthpop, electrónica, rock.
Sello: Ki/oon Records
Duración: 47:25

Listado de temas
1. Starline
2. Warning Bell
3. Storywriter
4. Aoharu Youth
5. Otogi Nation
6. Strobolights
7. I
8. Yumegiwa Last Boy
9. Nijiiro Darkness
10. Silent Yaritori


Supercar era una banda de genios. Tan simple como eso. Y semejante regalo al oído siempre tiene una fecha límite. Los cuatro de Aomori, mientras duraron, tocaron muchos palos y grabaron algunos discos que perdurarán en la memoria de un servidor. Algunos más que otros, por supuesto. Pero si uno tiene garantizada su eternidad en mi cerebro, ese es Highvision.

Empecemos aclarando una cosa: este trabajo no es simplemente uno de esas piezas electrónicas que se disfrutan mejor durante un viaje de ácido o un colocón cualquiera. Que también. Es el punto cénit de una sociedad musical que desprendía en cada compás el derecho arrancado a ser dioses de este mundillo, una posición que se les negó una y otra vez. Aquí converge todo lo aprendido y grabado por Supercar.

Hablamos del disco más electrónico y psicodélico de la banda. La banda te confirma esa sospecha desde Starline, en cuanto Kôji comienza a recitar sus versos. Y aunque eso pueda quizá echar atrás a los detractores de dicho estilo, es precisamente lo que le hace especial: debería ser, sin duda, una de las pocas biblias de este género, un libro sacro para aspirantes y alma máter de este panorama en el Japón actual, algo que a día de hoy se puede apreciar en el trabajo de bandas jóvenes.

La cohesión es total. El disco mantiene una línea acústica tan rigurosa como flexible, manteniendo los tonos difuminados y etéreos durante cada tema, sin caer igualmente en la monocordia y la monotonía. Sólo en Storywriter sale a relucir la vena más rockera de la banda, más perteneciente a Kôji que a Miki, e incluso entonces nos mantiene flotando en la psicodelia melancólica que destila, remontando cierta alegría en Strobolights (tema puramente Miki Furukawa), para después mantener la línea principal. Y entonces, llega el momento. Un momento bautizado como Yumegiwa Last Boy, posiblemente la canción más humilde y hermosa que grabó este grupazo, y favorita de un servidor. Puede que todo lo demás parezca testimonial, pero qué testimonio tan perfecto. Escuchar para sentir.

Supercar suena a Japón. Al más moderno. Suena como crees que sonará tu mente caminando por Shibuya, o mientras observas escaparates en Akibahara. Es el sonido del neón y la mecánica, de lo impasible y la desesperación. Si no les conoces, nunca es tarde para oír ese ruido en su máxima expresión.

Veredicto: [Música] Análisis de discos 3229054838
Supercar nunca fue una banda pretenciosa. Más allá del posible choque de egos surgido de una alianza tan magnífica como inviable, jamás buscaron ser más de lo que fueron, en el peor de los sentidos. Y fue un error. Fue un error confundir pretensión con ambición, un factor que falló en Supercar a la hora de cumplir con su papel, con el destino, posible, que se les reservó en este mundo. Y Highvision es el más poderoso de sus legados, el motivo por el que todo el mundo debió escucharles y por el que, a día de hoy, soy incapaz de escucharles sin lamentar profundamente la ruptura de un sonido firme, precioso e incomparable.

El temazo: Yumegiwa Last Boy, potente síntesis del camino recorrido por la banda, y sencillamente bellísima.
La curiosidad: Strobolights y Yumegiwa Last Boy fueron incluidas en la BSO de la película Ping Pong, así como el single Free Your Soul, también de Supercar.

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Bien, creo que como apertura tiene cierta consistencia. Espero que les guste, tanto el análisis como el disco. No creo que puntúe muchos más trabajos tan alto xD
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